jueves, 24 de diciembre de 2009

OS DESEAMOS FELIZ NAVIDAD!!

Que disfrutéis estas fiestas en buena compañía, seáis buenos y os traigan muchas cosas Papa Noel y/o los Reyes Magos... Nosotros ya tenemos este año nuestro mejor regalo:


Muchos besos de parte de Coilet, Watio y Voltio.

viernes, 27 de noviembre de 2009

HACHIKO

No he visto la peli "Hachiko : A Dog's story" (aquí titulada: "Siempre a tu lado"), sólo el trailer, pero lo que me ha llamado la atención del fim no es que lo protagonice Richard Gere, sino que esté dedicada a un perro. Y tras documentarme a través de un artículo de Perros Famosos (y que os copio-pego a continuación) , he podido comprobar que el verdadero protagonista, es sin duda, el perro. L@s que tengáis mascota y l@s que hayáis tenido pero un día le llegó su hora (como en mi caso, snif) sabréis a qué me refiero, sobre todo cuando miramos a los ojos de nuestro fiel amigo y en ellos brilla esa lealtad y ese afecto que les hacen parecer más humanos que muchas personas que conocemos. Por eso os advierto: preparad los pañuelos, la historia es verídica y lacrimógena a más no poder... Os dejo también un vídeo sobre la primera versión (Hachiko monogatari).

Hachiko nació en Noviembre de 1923 en la prefectura de Odate, provincia de Akita, al norte de Japón. Era un perro de raza Akita, macho y de un intenso color blanco.

La suerte iluminó a Hachiko cuando a los 2 meses de edad fue enviado a la casa del profesor del departamento de Agricultura de la Universidad de Tokio Dr. Eisaburo Ueno. El profesor lo llevó a su hogar situado cerca de la estación Shibuya, y allí demostró ser un bondadoso y amable dueño. El perro por su parte lo adoraba.

Desde luego, Hachiko no podía acompañar a su amo hasta la universidad. Pero lo que sí hacía era dejar la casa todas las mañanas con el profesor y caminaba junto a él hasta la estación Shibuya.


El perro observaba como su dueño compraba el boleto y luego desaparecía entre la multitud que abordaba el tren. Más tarde, Hachiko acostumbraba sentarse en la pequeña plaza y esperaba allí a su dueño quien regresaba de su trabajo por la tarde.

Esto sucedía todos los días. Así es como la imagen del profesor con su perro se volvió familiar en la estación Shibuya, y la historia de la lealtad de este animal se diseminó por los alrededores con mucha facilidad. Las personas que transitaban por Shibuya siempre comentaban este hecho.

Una tragedia irrumpió la tarde del 21 de mayo de 1925. La salud de profesor no era muy buena en esos días y repentinamente sufrió una ataque cardíaco en la universidad. Él falleció antes de poder regresar a casa. En Shibuya, el perro esperaba enfrente de la estación.

Muy pronto las noticias sobre la repentina muerte del profesor alcanzaron Shibuya. Inmediatamente muchas personas pensaron en el pobre perro que lo había acompañado todos los días. Varios tuvieron la misma actitud y fueron a la pequeña plaza para convencer al perro de que volviera a su hogar, como si él pudiera comprenderlos.

A la mañana siguiente Hachiko fue visto enfrente de la estación, esperando a su amo. Aguardó todo el día en vano. Al día siguiente estaba allí nuevamente y así sucedía día tras día. Los días se volvieron semanas, las semanas meses, los meses años y aún así, el perro iba cada mañana a la estación, espera el día entero y al llegar la hora de regreso de su amo, buscaba entre todos esos rostros extraños a áquel que amaba. No tenía en cuenta las condiciones climáticas, lluvia, sol, viento y nieve no impedían su diario peregrinar al encuentro de su amo, la lealtad hacia su amigo humano nunca pereció.

La lealtad demostrada por Hachiko tuvo un extraordinario efecto entre los japoneses pobladores de Shibuya. Él se transformó en un héroe, la figura más amada del área. Los viajantes que se ausentaban por un largo período siempre preguntaban por él a su regreso.

En el mes de abril de 1934 los bondadosos habitantes de Shibuya contrataron a Teru ( Shou) Ando, un famoso escultor japonés, para que realizara una estatua en honor su amigo Hachiko. El escultor estuvo encantado de realizar ese trabajo y la estatua de bronce fue colocada enfrente de la estación, donde solía esperar Hachiko.

Casi un año más tarde, el 7 de marzo de 1935 Hachiko falleció al pie de su propia estatua debido a su edad, pero eso no impidió que su historia y la estatua de Teru Ando se hicieran famosas por todo Japón.

Durante la guerra todas las estatuas fueron fundidas para la elaboración de armamento, la de Hachiko no escapó de esa suerte y lamentablemente el escultor fue asesinado. Pero los pobladores de Shibuya continuaban recordando a Hachiko y su mensaje de lealtad. Así fue como decidieron formar una Sociedad para el reemplazo de la estatua de Hachiko, y dicha sociedad contrató al hijo de Teru Ando, Takeshi Ando, quién también era un excelente escultor.

Hoy en día, la exquisita estatua de Hachiko permanece en el medio de la plaza enfrente de la estación Shibuya. Podemos encontrar alrededor de ella fuentes, puestos de diarios y revistas y personas sonrientes contándoles la historia de Hachiko a los pequeño o los no tanto.

El 8 de abril de cada año se conmemora a Hachiko en la plaza frente a la estación de trenes de Shibuya.

Los restos de Chuken Hachiko (en japonés el leal perro Hachiko) descansan junto a los de su amo el Dr. Eusaburo Ueno, en una esquina de la sepultura de su dueño en el Cementerio de Aoyama, Minmi-Aoyama, Minato-Ku, Tokio.


P.D. Por cierto, creo que en España hubo un caso parecido de un anciano que se murió en el hospital mientras su perro le esperaba fuera y el animal siguió allí durante años, mientras el personal del hospital se apiadaba de él y le daba de comer y beber.. Como otras tantas historias de perros que siguen a sus dueños y son capaces de encontrarlos a kilómetros de distancia. Y que luego haya gente que los abandone....... brrrrrrrr...


sábado, 21 de noviembre de 2009

Mis chicos de carpeta...

Tenía pendiente esta entrada en "Borradores" pero con el ajetreo que he tenido últimamente la había dejado aparcada... Y como tod@s hicistéis en su día una al respecto, ahí va la mía:

Mi hermano me envió las fotos de las carpetas que tengo guardadas en casa de mis padres (como muchos libros, discos y otras cosas que de momento aquí no me caben) y aunque su calidad deja un poco que desear, por lo menos os hacéis una idea de la "tontería" que una tenía en aquellas edades...

La primera es la carpeta de principios del Bachillerato, donde aparecen arriba : Madonna (medio tapada), Tom Cruise (que vería yo en ese paticorto sosete?), Rob Lowe, Don Jonhson, George Michael (quién me iba a mí a decir que aún no había salido del armario...) y un personaje que he tardado en averiguar : el cantante Rick Ashley (se ve que me gustaba mucho esa pegadiza canción suya "Never gonna give you up"). Posiblemente en la otra tapa de la carpeta haya más pegatinas de ídolos adolescentes (casi todas del Super-Pop a las que añadí "bocadillos" en las que a saber qué chorradas pondría) pero ahora no recuerdo, y es que mi hermano ha sido parco en sacar más detalles...

Esta otra carpeta es de finales del Bachillerato, cuando me dió por ser una forofa hincha del Real Madrid en la época de la llamada "Quinta del Buitre" y me traían loquita Butragueño (ese aire de niño bueno inocentón pero picaruelo), Michel, Martín Vázquez y Buyo (unos tiarrones atléticos que me encantaba ver corriendo en pantalón corto, por supuesto). La otra cara de la carpeta seguramente tendrá más alusiones al equipo blanco... (ni me acuerdo...).



Esta última es la que llevé durante el COU y en la Facultad y me la compré porque me gustó su estética más transgresora. Es toda de color negro y en la parte delantera lleva unos adornos metálicos incrustados. La contratapa la forré con los logotipos de todos los grupos de heavy-rock que me gustaban y que recorté de la revista versada en esta música (y que se sigue publicando hoy día): la "Heavy Rock". De ésta si puedo enseñaros algo de su interior, que cómo podéis ver, estaba lleno de esas citas o dichos adolescentes tan radicales y reivindicativos , jejeje...





Y por último esta carpeta auxiliar que forré con dos portadas muy originales de los Guns and Roses, de sus discos "Use Your Illusion I y II" (Es un fotomontaje pero para que os hagáis una idea, tenía una igualita).

miércoles, 18 de noviembre de 2009

ES EL COLA CAO...

Haciendo limpieza en casa me he topado con unas cajas de Cola-Cao.

La primera tengo suerte de conservarla pues mi madre la utilizó hasta hace poco de costurero, y es una lata de mi más tierna infancia, pues en su base se anuncian las Olimpiadas de Munich del año 1972. Y el Cola-Cao como alimento oficial de los atletas olímpicos, por supuesto.



Viene decorada con niños subidos a diferentes vehículos: un ciclista (magullado y lleno de tiritas), un automovilista, una chica paseando en bicicleta con su perrito, etc; y en su tapa, un explorador despistado, que mientras rueda su documental no se da cuenta del león que lo acecha por detrás...



He indagado por la red y he encontrado esta otra, pues debieron hacer varios modelos con diferentes ilustraciones en la tapa.



Esta última es moderna, pues la marca realizó una tirada hace unos años reproduciendo uno de sus muchos formatos de antaño.



¿Vosotr@s guardáis alguna?

lunes, 16 de noviembre de 2009

El "Schindler" español: Ángel Sanz Briz

Candela me propone que siga yo el desafío de "El Relato por encargo"...

Bien, no tengo mucho tiempo para pensar, así que os propongo que contéis una historia sobre este personaje: Ángel Sanz Briz, un diplomático que multiplicó por cinco la lista que hizo Schindler, salvando a más de 5.000 judíos y arriesgando su propia vida en el empeño.


Bueno, quién se anima?

Perdón, quiero aclarar que en el último momento me he dado cuenta de que no había puesto el nombre correcto del diplomático... (las prisas). Ya está corregido (qué peligro tiene el Copiar-Pegar...).

Cloti ha colgado la primera versión en su blog, pero el desafío es semanal como nos apunta Candela, así que aún podéis deleitarnos con más versiones l@s que os lo estéis pensando...

sábado, 14 de noviembre de 2009

RELATO POR ENCARGO...

Nuestra amiga Candela nos ha lanzado un desafío en su blog: un relato por encargo. Propone a sus lector@s que hagamos un relato basándonos en unos hechos y en un personaje que ella nos brinda, para ver cuantas versiones diferentes pueden surgir. Ahí va la mía:

Juan Pedro Silverio Sepúlveda, vecino de Atalaya de Cañavate de 28 años de edad, esperaba su hora en aquellas cuatro paredes lúgrubes de la gaditana cárcel de Campo del Sur.

La policía tenía anotado en su expediente que había acabado con la vida de un anciano en Tánger y de un labrador de Cuenca, sólo para robarles un puñado de monedas. Pero él sabía que no era cierto. Lo del robo, claro. Porque con ambos había tenido unas pequeñas diferencias.

El anciano de Tánger, un octogenario que le ofreció trabajo en un taller de zapatos, resultó ser un maltratador reincidente que no sólo arremetía contra su mujer, sino que también humillaba a su joven nieta, una muchacha que había quedado bajo su cargo, por ser el fruto de un embarazo no deseado de una hija que hacía tiempo había sido desterrada del hogar paterno. La muchacha, de piel nívea y ojos azules destacaba entre sus congéneres árabes e hizo sospechar a Juan Pedro que tales atributos habían sido heredados de un progenitor extranjero, quizás un turista de tierras lejanas. Unos atributos que dejaron prendado al joven y que le motivaron a tomarse la justicia por su mano. Pues cuánto más convivía con aquél vejestorio prepotente, más ganas le entraban de estrangularle y la sangre le hervía cuando le veía descargar su ira sobre la frágil muchacha.Un día, cuando la encontró sollozando en el almacén del taller, le propuso la descabellada idea de fugarse juntos, pero la joven le confesó que tenía demasiado miedo y que no podía dejar sola a su abuela con semejante bastardo. Entonces Juan Pedro supo qué tenía que librarla de ese tormento.

Quiso que pareciera un robo, pero se ensañó tanto con el viejo, que unos testigos lograron ver cómo cosía a puñaladas el cuerpo de su víctima, dando la voz de alarma y saliendo en pos de él. Estuvieron a punto de alcanzarle pero Juan Pedro atravesó la gran plaza de Tánger y se lanzó al río Lukos desde una terraza próxima que hace de mirador, desapareciendo de la vista de sus perseguidores. Pero eso no evitó que lo reconocieran como el aprendiz del anciano zapatero y le acusaran ante la justicia.

Juan Pedro no tuvo más remedio que abandonar Tánger,ocultando su rostro tras una poblada barba y mirando de reojo a cuántas personas subían al barco que le acercaría hasta Tarifa. Su último pensamiento fue para la joven, pero no podía quedarse para comprobar si ella le correspondía. Durante el trayecto, se cuidó mucho de no establecer conversación con ningún pasajero y esperó pacientemente a que arribaran en tierra firme.Sus pasos le llevaron a buscarse la vida en múltiples oficios, primero por Cádiz, luego en Sevilla y por último en un pueblecito de Cuenca, donde dio muerte a su otra víctima, un labrador que cometió un grave error: intentar abusar de la hija de otro lugareño.

Juan Pedro desbarató las sórdidas intenciones de su patrón de un estacazo. Hablando con propiedad, cogió aquello que le pilló a mano en aquél pajar donde se iba a cometer tal ignominia: un pesado yugo que descargó sobre la cabeza del pederesta. La adolescente, de apenas quince años dejó de gritar y se zafó del cuerpo de su agresor, saliendo despavorida con la ropa a medio vestir. Juan Pedro percibió una mirada de terror demudando su inocente rostro y el sollozo ahogado que escapó de su garganta. Y suspiró, aliviado, al comprobar que el golpe había tenido el efecto deseado: su patrón yacía inerte, con el cráneo destrozado y cubierto de un gran charco de sangre.

Pero en un pueblo pequeño todos se conocen y la Guardia Civil no tardó en dar con sus huesos, por mucho que quiso ocultarse en la sierra para no ser apresado. Para áquel entonces su historial ya era conocido y la muchacha, por vergüenza o por miedo, no dio señales de vida para apoyar su versión; aunque su historia fue filtrada por un reportero de un diario negro que iba a la caza de ese tipo de sucesos.

Al final, sus acciones tuvieron consecuencias, se decía mientras pedía un último deseo: una opípara cena que disfrutaría antes de ser ajusticiado. Sabía que toda la ciudad de Cádiz había intercedido por él rogando un indulto ante el mismísimo rey Alfonso XIII, pero él se sabía un simple delincuente, y un monarca tiene demasiados asuntos pendientes como para hacerse eco de su causa.

En ese momento Juan Pedro no lo sabía, pero iba a ser el último ajusticiado con garrote vil en España. Pero él sólo quería que le dejasen disfrutar de aquella cena que jamás había probado en toda su vida y beberse el magnífico valdepeñas que la acompañaba y que degustó con fruición... mientras el verdugo le esperaba, ensamblando metódicamente las piezas de su artilugio infernal en el patio de la prisión.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Calculator

Suelo hacer muchas gestiones por internet, pero hoy me ha tocado ir a un banco donde no tengo cuentas a realizar un pago para que no me cobren la dichosa comisión por la transferencia. El importe era de 299,34 € y le he entregado al señor de la ventanilla la cantidad de 300,34 €.

Esto no tendría más trascendencia, y seguramente ni me hubiera molestado en contarlo aquí si no hubiera sido porque el empleado en cuestión, un cincuentón que supuestamente lleva años desarrollando su trabajo en ese puesto, no se hubiera puesto a teclear en una calculadora para comprobar la cantidad que me tenía que devolver ¿?

Después de mi inicial estupor y tras el mosqueo por encontrarme dos escalones en la entrada de la sucursal y luego que el carrito de Voltio no entrase por la dichosa cabina de seguridad que parece un ataúd de cristal, me asaltan varias preguntas: ¿Estos señores controlan nuestro dinero? ¿Será que no ha tomado "All-Bran" esta mañana?

Y sobre todo... ¿Por qué una sucursal de un banco cuyo mandamás fue catalogado por Forbes como el empresario más influyente de España sigue teniendo barreras arquitectónicas que impiden su acceso no ya a un carrito de bebé sino a una persona minusválida?

lunes, 9 de noviembre de 2009

40 Aniversario de Barrio Sésamo

Seguro que estos días tod@s habéis visto cómo Google dedicaba su página de inicio a un programa que los de nuestra generación recordamos con cariño, y que se emitía en esa franja horaria dedicada antes a los niños y que ahora ocupan programas de nulo contenido didáctico y demasiado cotilleo y sensacionalismo, que no sin razón, han sido catalogados de "telebasura".

Barrio Sésamo fue la versión adaptada de "Sesamo Street", un programa infantil yankee que salió a la luz en 1969 de la mano del inolvidable Jim Henson. Un espacio que verdaderamente buscaba a través de diferentes personajes y marionetas entretener a los niños educándolos y enseñando cosas tan básicas como a contar, los colores, dónde estaba tu izquierda y tu derecha, etc.

El formato se adaptó en muchos países y en España, tras un primer fracaso por intentar doblar la versión original dentro del programa "Un globo, dos globos, tres globos", en 1979 se realizó propiamente para la parrilla televisiva de nuestro país y aparecieron esos personajes que yo aún recuerdo, anteriores a Espinete: La gallina Caponata con su estética tan colorida y el caracol Perejil, eternamente encaramado en aquél muro de ladrillos...

Después vino la etapa de Espinete, Don Pimpón, Chema el Panadero, etc, que todos recordamos con mucho cariño, y que nos pilla más reciente. Y aunque nunca comprendimos porqué Espinete se ponía bañador para meterse a la ducha y luego iba "en cueros" ni a qué extraña raza pertenecía Don Pimpón, todos esperábamos ansiosos por ver sus aventuras y andanzas todas las tardes.

Pero aparte de estos personajes, quién no recuerda todos aquellos divertidos "teleñecos"?:

El entrañable Coco, "¿Es un pájaro, es un avión? No, es super Coco, se oía mientras el pobre antihéroe azul se pegaba el testarazo de siempre al "aterrizar". Nos enseñó cosas muy útiles y de manera muy gráfica la diferencia entre cerca o lejos, arriba o abajo...

¿Y ese Conde Draco?, un vampiro despistado que por lo menos a mí no me daba ningún miedo con esa manera tan inquietante de contar, más bien nos disponía a tod@s a querer imitarle, aprendiendo así los números.

¿Y esa compulsiva adicción a las galletas de Triqui? Todos sabíamos lo que iba a pasar cuando aparecía un plato lleno de ellas, fuese o no de su propiedad... No quedaban ni las migas. Aunque luego el pobre se arrepentía, es que no podía evitarlo...

El reportero más dicharachero y la marioneta quizás más conocida de todas: la rana Gustavo, ¿quién iba decir que el primer prototipo fue hecho con una bayeta vieja de la madre de Henson y sus ojos con dos pelotas de ping-pong...? Todos la recordamos indagando a la caza de la noticia, incluso nos hablaba entre cuchicheos, para no interrumpir el desarrollo de la acción, ataviada con su gabardina y micrófono en mano...

Y esa pareja tan extraña: Epi y Blas. Qué paciencia tenía Blas! Todos nos preguntábamos cómo conseguía dormir por las noches si su compañero le asaltaba con ese bombardeo de preguntas inoportunas...

Gracias también al "Show de los Teleñecos" conocimos muchos más "teleñecos": la cerdita Peggy, Gonzo, los vejetes cascarrabias, etc. Porque aunque no lo creáis, hubo 101 muppets, y aquí tenéis una guía interactiva de todos ellos (en inglés):
http://www.nationalpost.com/muppets/index.html

Sé que hay muchos artículos en la web sobre este tema y seguramente más extensos y documentados, pero yo sólo he querido hacer un inciso para despertaros una nostalgia por unos personajes que nos instruían y nos trasmitían valores como la amistad, la solidaridad y cómo debíamos comportarnos, a la vez que nos divertían, en un acertado y entretenido formato dirigido a los niños que, hoy por hoy, se echa en falta.

viernes, 6 de noviembre de 2009

El Panettone

Ya están los supermercados plagados de productos navideños: turrón, mazapanes, polvorones... Y de un postre que desde el año pasado nos chifla: el Panettone.

Es lo que tiene la globalización, que nos llegan productos típicos de otros países que vienen a sumarse a la ya variada oferta autóctona. Algunos quizás lo consideren una "invasión", pero cada uno es libre de elegir qué comprar y mientras esos manjares vengan a enriquecer nuestra mesa, bienvenidos sean. En mi caso, que tampoco soy muy golosa, no me hacen ni pizca de gracia los mantecados ni los mazapanes, y del turrón huyo de la variedad blanda, que me resulta excesivamente empalagosa y del duro me canso enseguida. Pero me encantan las variedades que llevan chocolate, frutos secos y sabores exóticos. De hecho, tanto a Watio como a mí, nos chifla un tipo de turrón que vende una conocida cadena de supermercados (cuyo símbolo es un abeto), hecho de chocolate negro con almendras. Nos parece mucho más exquisito que el cansino chocolate con arroz inflado tan anunciado por ese personaje barrigón y vestido de rojo que nos invade todas las navidades...

Así que el Panettone, un jugoso bizcocho salpicado en su interior de fruta escarchada ha sido adoptado como postre navideño en casa sin ningún esfuerzo.

Sobre el origen de este dulce existen varias leyendas, aunque quizás la más extendida es aquella que cuenta que, a finales del s. XVI en Milán, un joven aristócrata se enamoró de la hija de un pastelero y para conquistarla se hizo pasar por aprendiz, ideando el postre en cuestión. Tuvo tanto éxito que los milaneses acudieron en masa a la pasteleria de Toni a pedir el "Pan de Toni", pues ese era el nombre del aprendiz.

Si queréis saber más tenéis más datos en la Wikipedia.

lunes, 7 de septiembre de 2009

IKEA FOOD

Confieso que al contrario que mi amiga Cloti, pasearme por Ikea me pone de los nervios... Eso de tener que seguir el caminito marcado no va conmigo, así que hace tiempo que aprendí a saltármelo e incluso empiezo por el final, entrando directamente en la zona de la tienda donde se va a los complementos y ahora, a los accesorios de los críos.

Pero hay algo a lo que sí me he hecho adicta: a su tienda sueca de comestibles. Todo empezó un día que decidimos quedarnos a comer y probar sus tentempiés de comida "rápida". El perrito caliente no es nada del otro mundo, pero el rollito de salmón nos entusiasmó, de tal manera que como estos suecos son muy listos, enseguida te instan a que pruebes a hacértelo tú en casa con los ingredientes originales, disponibles -por supuesto- en su tienda.

Y allá que fuimos a hacer acopio de tortitas, salmón ahumado (que relación calidad precio tienen paquetes que están muy bien comparado con lo que pagamos por los sobrecitos esos de 200 gr. que solemos coger en Navidad...) y la salsa original que llevan y que los da un toque especial (aunque cuidado que es muy fuerte) y cuyo nombre, como casi todos sus productos, resulta impronunciable. Pero os diré que está hecha de mostaza y eneldo y a pesar de que la menda no es muy entusiasta de estas especias, os aseguró que me cautivó su peculiar contraste con el salmón. Siempre la podéis rebajar con un poquito de mayonesa, eso al gusto.

Los rollitos se montan echando lo que buenamente queráis. Yo echo lechuga, tomate, pepinillo, palitos de cangrejo, huevo cocido, cebolla frita deshidratada (que también venden en su tienda en bolsitas y está deliciosa) y por supuesto... salmón si os apetece, aunque entiendo que no siempre se puede hacer uso de tan selecto y caro manjar... Y todo ello untando la salsita esa que os hablo en su justa medida:






La bolsita de cebolla frita deshidratada (mmm buenísima y cómo cunde!).



En cuanto a otros de sus productos, hemos probado la mermelada ecológica de arándanos y para mí gusto está muy buena, te encuentras los arándanos enteros.



Las patatas fritas al aroma de crema ácida de leche y cebolla también son originales en cuanto a su sabor.

¿Qué más? Ahh, sí, su sidra de pera, muy rica, una bebida diferente sin duda.



Y en cuanto a dulces y pastas, hacen unos rollitos de canela que a Watio le encantan, aunque a mí me parecen algo fuertes. Los demás dulces no los hemos probado, aunque tienen muy buena pinta, sobre todo las tartas heladas y los mousses que tienen congelados.





Tienen infinidad de quesos y embutidos de ciervo, reno, etc. Salsas que tengo pendiente de probar...

En cuanto a su restaurante, que es como un bufet por el que vas pasando y cogiendo platos, un día nos quedamos a probar el menú; y aunque comer albóndigas de repelús depende en qué sitios, deciros que estaban muy ricas con la salsita de arándanos, un contrate de sabor también muy peculiar. Comimos un codillo asado tostadito bastante bueno sin apenas grasa. Y luego tenían los típicos platos de salmón marinado, y primeros platos con espaguettis pensados para los críos y ensaladas de pasta. En general bastante bien relación cantidad-calidad- precio para comer un menú y pasar una tarde por allí.




¿Y vostr@s? ¿Os habéis animado a probar algo de su tienda sueca?

martes, 4 de agosto de 2009

CERRADO POR VACACIONES


Pues eso, que entre mi "permiso maternal" y las vacaciones voy a seguir "desaparecida", espero me perdonéis.

Disfrutad del veranito!!

Besotes.

viernes, 1 de mayo de 2009

Los jefes

Hoy, día del trabajador, no puedo evitar acordarme de mis jefes. He tenido tres desde que comenzó mi inserción en el mundo laboral pero todos parecían cortados por el mismo patrón de la prepotencia y la irrespetuosidad. Eso sí, un comportamiento mezquino que, casualmente, sólo ejercían hacía mí por ser mujer.

El primero fue un delegado comercial de una marca de aparatos de línea marrón que yo tenía que promocionar en unos grandes almacenes. Realmente fueron éstos últimos los que me entrevistaron para el trabajo y los que me impusieron ante este comercial a través de su departamento de recursos humanos y digamos que mi cometido era meterle por los ojos al potecial comprador esa marca en detrimento de otras, para que se decantara por adquirirla y así poder ganar mi consabida comisión. Y de paso, hacía muchas de las funciones que debían desempeñar los propios trabajadores fijos de los almacenes, a los que había que pelotear para que ellos también se esforzaran en vender los aparatos de tu marca en cuestión. Porque claro está, había otros promotores como tú, encargados de engatusar a los compradores con otras marcas que competían con la tuya.

La verdad no me fue mal, conseguía unas ventas bastante decentes al mes, teniendo en cuenta que el centro donde trabajaba era una pequeña sucursal del principal, que se encontraba más céntrico y donde por cierto, estaba mi homólogo pero del sexo masculino. Cuando el delegado nos emplazaba a ambos promotores a reunirnos con él para comentar las ventas o la salida al mercado de nuevos productos, nos acercábamos a su oficina y mientras el trato con mi compañero varón era distendido y amable, conmigo se comportaba de manera indolente y engreída, aunque mis ventas hubieran sido igual de buenas que las del otro, incluso me daba la sensación de que le molestaba que yo tuviera buenos resultados. Quizás penséis que me mostraba fría ante él o que no intentaba ser cordial, al revés, yo procuraba entablar conversación y hablar con naturalidad de todo, pero mientras con el otro bromeaba y le prestaba absoluta atención, en cuanto yo abría la boca para dar mi opinión o mi punto de vista sobre algo, parecía que no estuviera allí. Y no eras impresiones mías, pues a veces en la oficina coincidíamos con otro delegado que llevaba más productos de una marca filial, y en cambio éste me trataba de manera cordial y espontánea, sin reparos ni indiferencias.

Mi jefe me hacía el vacío cuándo íbamos de cena de Navidad e incluso cuando se enteró de que mi familia estaba en Capitalia, me insinuó que bien podría irme allí... Por más que intenté entablar una relación más cercana no hubo manera, así que a los tres años cuando me vencía el contrato, a pesar de haber llegado a la cifra de ventas prevista, me dió el finiquito. Ya pretendió haberme despedido antes, pero me enteré que el jefe de la sección de los grandes almacenes lo impidió, quizás porque simplemente yo cumplía con mi trabajo.

Mi segundo jefe, dueño de una pequeña distribuidora cinemátografica era la personificación del enanito gruñón. Bueno, más bien este personaje a su lado hubiera resultado un santo. Yo creo que su escasa altura le creaba un complejo de inferioridad que le predisponía a desencadenar su ira a las primeras de cambio. Su irascible temperamento se convertía en machismo recalentado cuando lo descargaba sobre el sector femenino de la empresa, incluída su esposa, que era una empleada más. El primer día que le ví tratar con una prepotencia humillante a su mujer supuse de qué pie cojeaba. Y no me equivoqué. Le encantaba presionar el intercomunicador y llamarte a su despacho para encargarte las cosas más triviales. En mi caso tenía que recoger todo lo que llegaba por el fax, pasar las sinopsis y demás datos de las películas al ordenador, atender a las llamadas que entraban por la centralita y catalogar el correo, entre otras cosas. Cuando estabas haciendo una tarea que hacía apenas diez minutos te había encargado, sonaba el pitidito, ibas a su despacho y te mandaba otra. Al final entre tus tareas asignadas ya de por sí y las que te iba mandando, siempre te quedaba algo pendiente y claro, pretendía que todo estuviera hecho a la de YA y si no, gritaba como un poseso despotricando contestaciones humillantes al reclamar tu presencia para pedirte el resultado de una de las tropecientas cosas que casualidad no te había dado tiempo a terminar. Además, al estar en la centralita debía pasarle las llamadas, y muchas veces me decía que en breve se pondría y me tenía con la llamada en espera ni se sabe, mientras yo me esforzaba en darle largas al cliente: "Ahora se pone, espere por favor" mientras le ponía esa molesta musiquita de fondo. La melodía no duraba mucho (el teléfono volvía a sonar avisando de llamada entrante), de tal manera que descolgaba de nuevo y volvía a presionar el botón que la ponía en marcha. En una ocasión que salió de su despacho se dió cuenta de mi maniobra y encima me recriminó que no debía tener así al cliente... ¿Y qué quería que hiciera mientras él se tomaba todo el tiempo del mundo para coger la llamada con su pachorra infinita? ¿Qué me pusiera a contarle chistes a la persona que estaba al otro lado del aparato? Hubiera sido más fácil decirle a esa persona que le devolvía la llamada o alguna respuesta coherente, no? en vez de tenerlo en espera... porque encima no me daba ninguna contestación, si se iba a poner o no... (a veces colgaban por aburrimiento, no me extraña).

Las demás empleadas que trabajaban allí no resultaron de mucha ayuda, eso era un "sálvese quién pueda" y claro, parecían adoptar una actitud de cautela, pensando que mientras estuviera tomándola con otra, no la estaba tomando con ellas. Cuando entro otra nueva después que yo, empezó su atosigamiento hacia ella, pero esta chica le dió un par de contestaciones del estilo: "¿Es necesario que vaya a tu despacho cada vez que me tengas que encargar algo?"(dicho por el intercomunicador) y duró una semana escasa. Sólo había un chico, que se encargaba de clasificar las copias de las películas en el almacén y con éste mostraba un comportamiento de lo más amable y campechano...

A los seis meses entró otra chica a la que me encargaron pusiera al día de mis tareas; en parte suspiré de alivio porque aunque no cobraba mal, estaba ya más que harta de tareas absurdas más propias de becaria que de una persona de treinta tacos con una licenciatura que tenía ganas de desarrollar sus conocimientos, y como ya me sabía prescindible totalmente por lo inconsistente de mis funciones, lo hice encantada, eso sí, no me marché sin ponerla sobreaviso del "infierno" dónde iba a meterse.

Mi tercer y último jefe era un conocido de mi marido, que me ofrecio trabajo en una empresa de cosméticos, en la sección de diseño donde él estaba como encargado. Mis conocimientos sobre programas de diseño gráfico por ordenador eran normalitos, o eso creía yo, porque me desenvolví bastante bien e incluso aprendí más cosas en poco tiempo. Aparte de diseñar o modificar ya diseños preestablecidos de los botes y envases de las marcas que fabricaban, me encargaba de redactar cartas de pedidos a proveedores, recoger los fax, clasificar los mails que entraban y enviárselos a la persona que correspondía dentro de la empresa, con la consiguiente copia para él.

El susodicho casi siempre llegaba tarde al trabajo (era familiar del jefazo) y cuando aparecía, se dedicaba a hacer cuatro cosas, me encargaba a mí que terminara algo y volvía a escabullirse para ir a cotorrear con las chicas que trabajaban en la planta de abajo manufacturando los cosméticos. A veces aparecía el jefazo y claro, me pedía los faxes que habían entrado (pues mi encargado no estaba para llevárselos) o yo misma se los acercaba a su despacho porque consideraba que eran pedidos o cosas urgentes que debía revisar como mandamás que era. Otras veces, desaparecía dejándome a mí que terminara un diseño que él tenía asignado (pero supuestamente yo sólo me encargaba de revisar y colocar cosas banales en los diseños como la fecha de caducidad o recopilar en word los ingredientes de los productos), y el jefazo aparecía a recogerlo, percatándose de que lo había realizado yo. Y así empezaron las malas maneras y las contestaciones pullantes, pues parecía que le molestaba que me reconocieran mi trabajo, como si yo sólo pudiera ser su "negra" y nadie debiera enterarse de ello. Pero es que cuando el señor encargadillo aparecía tras sus ausencias, no sabía por dónde le daba el aire, y claro, una vez me echó la bronca por no haberle avisado de la entrada de un mail al que le hacía referencia su superior, cuando yo le pasaba copias de todos los mails que entraban a su buzón de correo y su cometido era revisarlos, al igual que yo no podía impedir que el jefazo se presentara a recoger los faxes o los diseños pendientes que veía impresos en mi mesa, pues yo simplemente realizaba mi cometido.

Una vez el jefazo apareció en el despacho reclamando su presencia, bastante molesto por no encontrarle allí, así que cuando volvió consideré oportuno advertirle del mosqueo de su superior, pero su comportamiento me dejó desconcertada, por muy familiar que fuera suyo, pues se puso a gritar que a él qué cojones le importaba que estuviera mosqueado, que se aguantara, y otras lindeces que a mí me dió vergüenza ajena, pues el despacho del mandamás estaba a dos puertas del nuestro, como si le diera igual que le oyese y para colmo como si yo no hubiera hecho bien en avisarle de que su jefe estaba de un humor de perros.

Y es el señorito hacía lo que le venía en gana, aparte de llegar siempre tarde por las mañanas, para él era fácil emplear cualquier excusa tanto para sus ausencias durante la jornada laboral como para su demora en la entrega de un diseño, pues cuando no alegaba que había tenido que ir a revisar tal o cuál producto, otras veces es que costaba mucho encajar tal o cuál imagen o tipo de letra al diseño, o es que el programa se había "colgado", etc. Cuándo yo sabía que su trabajo era sencillo si le dedicaba el tiempo que requería y no se distraía cada dos por tres con llamaditas por teléfono, idas y venidas a la máquina del café y visitas a otros departamentos de la empresa.

A los seis meses me dijo que lo sentía, pero que no era la persona que él necesitaba para ese puesto, claro. Era mejor que se hubiera cogido a un colega y de su mismo sexo, al que manejar y con el que vacilar un rato y pasar el rato, que era lo que hacía él, porque con eso de que el trabajo con los ordenadores parece tan complicado para los profanos, encima se las daba de gran informático y mejor diseñador ante los demás. Cuando muchas veces tenía yo que realizar plantillas de documentos para otros departamentos cuya autoría no tardaba en atribuirse él. Y por no contar más, pues es increíble lo prepotente que llega a ser un tío cuándo ve que tú puedes desempeñar su mismo trabajo, que es lo que me pasó en este caso en concreto.

Supongo que habrá jefes amabilísimos y de esos que no te preguntan cuándo vas a la entrevista de trabajo si estás casada o si pretendes tener hijos a corto plazo (que te quedas con ganas de contestarles ¿y a tí qué coño te importa?). Pero en mi caso, con tres he tenido suficiente. Ahora prefiero ser yo la jefa y mejor de mi marido, porque así nos mandamos mutuamente...

lunes, 27 de abril de 2009

Los condones de la discordia

Ayer leí una noticia en el periódico que me hizo mucha gracia y que paso a contaros.

La agencia alemana Grey Worldwide ha realizado un anuncio para la farmaceútica alemana Doc Morris donde se promociona una nueva línea de condones... Esto no tendría mayor repercusión si no fuera porque aparecen unos espermatozoides caracterizados como Mao, Hitler y Bin Landen. Al primero se le reconoce fácilmente por su peinado, al segundo por el bigotín y al tercero por su barba y su turbante.

El anuncio viene a decir que la humanidad se hubiera librado de esos líderes "carismáticos" si sus progenitores hubieran usado condones...

Como era de esperar, y sobre todo desde el país asiático, una avalancha de críticas de los medios de comunicación y los internautas chinos se ha alzado contra esta publicidad. A los chinos les ha cabreado mucho que el icono de su "régimen" y fundador de la República Popular China haya sido asociado a Hitler y Bin Laden y piden una disculpa por parte de los responsables de tal ultraje...

Finalmente la Agencia Grey ha retirado la difusión del anuncio y ha remitido sus excusas a la embajada China de Alemania por los daños causados: “Tenemos el más profundo respeto para China, su pueblo, su cultura y sus instituciones”, añadió Grey Group, que sin embargo no alude para nada en su comunicado a Hitler ni a Bin Laden...

Aunque todo esto ha abierto una polémica importante en internet y el anuncio aún puede verse en la red. Por un lado, hay chinos que se preguntan por qué se defiende con tal vehemencia a un líder cuyos actos tendrían que ser revisados, sobre todo durante la Revolución Cultural, cuando un cúmulo de decisiones erróneas mataron de hambre a millones de compatriotas... Otro debate se ha abierto entre los publicistas occidentales sobre cómo las instituciones occidentales miran hacia otro lado ante las actuaciones de un régimen que sigue defendiendo prácticas dictatoriales y anti-democráticas, cuando por medio está la conveniencia de no enfrentarse al poder económico del gigante asiático... Y si no, que se lo pregunten a Amnistía Internacional, que tampoco se atrevió a sacar a la luz una campaña-denuncia durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Pekín, donde se entremezclaban imágenes de pruebas deportivas con torturas ...

Pero no me digáis que los espermatozoides no están graciosos?? Qué poco sentido del humor!



viernes, 24 de abril de 2009

Mirando ropa para Voltio

Hoy día no hace falta vestir al bebé/niño como si fuera un "pimpollo". Indagando por la red, he encontrado ropa personalizada muy original, sobre todo teniendo en cuenta mis gustos musicales rockeros (no lo puedo negar). Aunque seguramente acabaré poniéndole a Voltio ropa de lo más convencional, a petición de sus abuelos... Pero algo de esto caerá, seguro.










Hay cosas muy "heavys", con demasiadas calaveras, pero tan "siniestra" no soy, jejeje (a los abuelos les da un mal). Para nenas también hay ropa muy original, con estampados de rosas y guitarras eléctricas. Ahora, que tienen unos precios...





Rockillos

Rock you baby

Rock01

Metal babies


Además, también existen CD's de temas instrumentales o covers con efecto "nana":

Rocabye-baby.com

domingo, 19 de abril de 2009

Quiero ser mutante...

Ya sé que en mi estado no debería pensar estas cosas... pero no me importaría que Wolverine me abrazara con sus afiladas garras...

¿Qué decir de Huge Jackman? No sólo es guapo, simpático, cercano... sino que es un actor versátil donde los haya. Ha hecho musicales, dramas para series de Tv, comedias románticas, pelis de época, de ciencia-ficción y acción, de suspense e incluso ha presentado los Oscars de este año con un numerito musical al más puro estilo broadway: bailando, cantando, e incluso haciendo una parodia de "El desafío" con Ane Hathaway. Y no me extraña que apostaran por él porque ya demostro su poderío como maestro de ceremonias en los Tonys del 2004.

Pero no voy a repasar ni su biografía, ni a juzgar su calidad interpretativa, ni su peinado como mutante ni sus planos de "macho man" robando protagonismo a una Kidman demasiado rígida en "Australia" (el botox quizás?)... Esta tarea se la dejo a alguna compañera cinéfila como Elphaba que quizás esté más dispuesta a ello.

Yo sólo os voy a decir que, por una vez, estoy de acuerdo en su elección como Hombre más Sexy según la revista People... Porque a mí simplemente me derrite su carisma y me deleito viéndolo, por eso os dejo unas fotos. Porque está de toma pan y moja de cualquier manera: Jackman con barba, Jackman en bañador, Jackman en traje, Jackman informal...




Ahh!! Y el video de la ceremonia de inauguración de los Oscars:



Su visita a España en el programa "El hormiguero" de Pablo Motos:

martes, 14 de abril de 2009

Voltio se mueve...

Pues sí, hace unas semanitas que lo siento. Al principio era como un aleteo o burbujeo, pero después se hizo más notorio, ya da pequeños golpecitos que percibo en distintos momentos del día, pues se sabe que empiezan a desarrollan pautas para dormir y para estar despiertos. Lo noto sobre todo cuando estoy comiendo, se ve que no le disgustan mis "menús".

En esos momentos de "ajetreo" Watio ya ha puesto su mano sobre mi tripa y ha sentido alguna patadita, asombrado. Y como ha leído por ahí que ya puede oír las voces del exterior, el otro día se me planta delante de la tripa a hablarle, porque según él debe identificar la voz de su padre cuanto antes, pero claro, con el consabido cachondeo: "-Probando, probando, sí, 1 2 3"...

Esta Semana Santa hemos estado en el Pueblo visitando a mi abuela paterna, quién todavía duda sobre el conocimiento del sexo de Voltio. La verdad es que con 95 años tiene una lucidez estupenda, pero eso de que se sepa que es chico, como que no la convence, mueve la cabeza a un lado y otro y asegura que los médicos se pueden equivocar. Yo trato de explicarla que hoy día con los avances que existen, nos hacen "fotos" del interior donde puede verse su sexo y que nosotros le habíamos visto la "colita". Pero nada, ella no termina de verlo claro y hasta que no lo vea, no se lo creerá... Eso sí, está muy contenta y no es para menos: va a ser la bisabuela más longeva del Pueblo, algo que me hace tanta ilusión a mí como a ella.