martes, 20 de septiembre de 2011

Dormir en un castillo

¿Os gustaria dormir en un castillo medieval? Bueno, mejor dicho en un castillo del s. VI rehabilitado por un particular que lo ha convertido en Posada Real, rescatándolo de una ruina inminente.


El castillo se encuentra en Curiel de Duero, encaramado sobre un cerro rocoso horadado de pequeñas cuevas que resulta ser el punto más alto de la provincia de Valladolid. Desde allí se domina una vasta llanura castellana surcada por el río Duero y se observa la imponente figura de otro castillo, el de Peñafiel que dista apenas unos kilómetros. Un paisaje que puede contemplarse desde sus habitaciones, todas exteriores y personalizadas y dedicadas a algunos de los personajes que fueron propietarios o habitantes del Castillo. La gran suite debe coronar la parte más alta de la torre del homenaje.

Por sus estancias pasearon tanto reyes castellano-leoneses como nobles e infantas a las que sirvió de dote, e incluso tuvo un uso más siniestro, como prisión durante dos siglos.

En su época, fue una fortaleza inexpugnable y su visión nos hace pensar el esfuerzo que supuso construirlo en ese promontorio. Como muchas fortalezas ubicadas en el valle del Duero, sus muros fueron bastión y testigos de las gestas de la Reconquista durante los siglos IX a XI.

Dicen las lenguas de los habitantes del pueblo que el propietario, un extranjero (que luego ha resultado ser un vallisoletano), apenas pagó 20 millones de las antiguas pesetas y consiguió así un alquiler de 50 años. Reconstruyó muros, torres y habilitó 26 habitaciones y suites, salones, un restaurante, comedores para banquetes, salas de conferencias, salas de música, piscina y solarium en las almenas, terrazas para reuniones y cenas al aire libre, etc. En su restaurante se sirve comida típica castellana y platos medievales.

El pueblo en sí es pequeñito, acogedor y típico castellano, con calles empedradas y casitas con entramado de madera. Posee una iglesia en uso, la de Santa María, gótica mudéjar con valiosa portada románica. Desde uno de sus arcos se hace la típica foto con el castillo de fondo.

Curiel tiene también un palacete que fue propiedad de los Zúñiga y que fue conocido como "Palacio de Justicia Mayor" ya que en él se impartía Justicia de la Comunidad de Villa y Tierra de Curiel, hasta la desaparición del Antiguo Régimen después de 1812. Su interior está destruído y sólo queda en pie la fachada principal flanqueada por dos torres. En su día poseyó cuatro torres y un interesante patio porticado. Lo triste es que a principios del siglo pasado fue expoliado y parte de sus artesonados y yeserías están (como no) en EEUU, el patio en una finca privada de Torrelodones (einh??) y sólo podemos contemplar parte de sus yeserías en el Museo Arqueológico de Madrid y en una sala del Alcázar de Segovia. Actualmente se está rehabilitando, desconozco si por medio de la Diputación de Valladolid o por el mismo dueño que posee el Castillo. Lo que también ha rehabilitado este señor ha sido la Iglesia de San Martín del s. XVII, que ha convertido en una bodega privada para ofrecer a sus clientes una visita guiada sobre la cultura del vino, tan presente por estas tierras.

En sus tiempos, la villa estaba amurallada y poseía cuatro puertas, de las que sólo queda en pie la del barrio del Calvario.

Dejo constar también lo que creo es una leyenda, pero que algunos paisanos de por allí aseguran: que existió desde el Palacio hasta el Castillo un túnel, para asegurar la huida de sus huéspedes hacia la fortaleza...

Conocimos este pueblecito al ir a pasar un fin de semana a casa de unos amigos, cuyos padres son de allí. Eramos en total tres parejas y con los niños, subimos en un momentito la densidad de población del lugar. Fue un sábado y un domingo, por lo que nuestro paseo el primer día más bien fue nocturno (tras la consabida comida, siesta de los niños, merienda, cena...) y el segundo, puesto que teníamos que regresar ya de las vacaciones, se limitó a un pequeño recorrido mañanero hasta la bodega de nuestro anfitrión, a un paso de la casa, que nos dio a probar vino de "pisadillo", ese vino que elaboran los particulares sin someterlo a tratamiento químico ninguno y que dejan envejecer hasta convertir el vino en dinamita pura... con un sabor contundente que entra muy bien, pero que luego no veas como pega... Así que más de uno sube las escaleras de la bodega al salir con los pies redondos, como se dice por esos lares... (Yo probé un sorbito, nada más...).

Si queréis más información sobre el hotel, las tarifas, etc. :

http://www.castillodecuriel.com

Información y fotos acerca del pueblo: Wikipedia.
Las fotos firmadas son mías.